Los diputados provinciales y el Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata dialogaron sobre la ley provincial que regula la actividad de las farmacias y el rol de dichos establecimientos.
En el marco de la polémica por la posibilidad de que Farmacity desembarque en la provincia de Buenos Aires y el reciente dictamen favorable por parte de la Procuración General de la Nación, los diputados provinciales marplatenses Juan Manuel Cheppi y Alejandra Martínez se reunieron con Mario Della Maggiora, Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata, y otros representantes de la entidad.
En el encuentro, pudieron dialogar sobre la ley provincial vigente que regula la actividad de las farmacias y tiene por objetivo garantizar que los establecimientos hagan un uso racional de los medicamentos, asesoren al vecino y ofrezcan un rostro visible tanto para el trato personal como a la hora de afrontar cuestiones legales.
De acuerdo a lo que se conversó en la reunión, el desembarque de Farmacity atentaría contra este principio al que se atienen los farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, ya que buscan que la ley se adapte a las sociedades anónimas, y no al revés.
“En la provincia de Buenos Aires la farmacia no es un comercio sino un Servicio Público y sanitarista, y resulta peligroso que funcionarios o allegados al gobierno con intereses económicos puedan avalar el incumplimiento de un marco legal que rige desde hace más de tres décadas y que hizo posible el acceso a los medicamentos a todos los bonaerenses bajo una lógica de responsabilidad y cuidado de la salud”, explicó Cheppi.
Asimismo, el legislador sostuvo que “necesitamos pararnos como sociedad desde una visión de los medicamentos como bienes sociales y no de consumo, porque de otro modo el interés económico prima por sobre el interés social y humano“.
Continuando en esa línea, aseguró: “Es por lo menos extraño que Mario Quintana anuncie públicamente que se desprende de sus acciones en Farmacity un día antes de conocerse el fallo de la Procuración” y agregó que “esto ya ni siquiera entra en el margen del conflicto de intereses, es directamente una maniobra para hacer negocios desde los privilegios que da ser amigo del poder”.
Por su parte, Martínez, atendiendo la importancia de que las farmacias no sean manejadas por sociedades anónimas, sostuvo que “debemos avanzar en la discusión de qué modelo de provisión de medicamentos queremos para nuestra sociedad: si un modelo sanitarista, donde se concibe a la farmacia como una extensión del sistema de salud y se prioriza el acceso a medicamentos seguros comercializados por profesionales idóneos; o por el contrario, un modelo de libre comercio, donde lo que se prioriza es la rentabilidad y la farmacia se vuelve un supermercado, sólo se instalan en grandes centros urbanos y el personal que atiende no es farmacéutico”.